Inspirandome de los maestros
Todos, absolutamente todos los creadores necesitamos eso que llamamos "inspiración" y ella puede venir de diferentes formas, una canción, un cuadro o una escultura. En mi caso vino por una película, una obra maestra capaz de traspasar la pantalla meterse tan dentro de uno que casi te deja sin respiración.
El evangelio según San Mateo, película italiana del año 64 que traspasa de sobra la modernidad enclavándose en algo así como una obra eterna.
Creada por mi admiradísimo Pier Paolo Pasolini un comunista, homosexual y ateo capaz de crear una figura de Jesús de Nazaret que conmueve y se convierte en real.
Como espectador te ves inmerso la aventura de la vida de Jesús en su máxima crudeza, en su sacrificio en la visión de un hombre que siente el peso de un dios o un dios que siente el peso de un hombre pero que esta encaminado a crear la historia más grande jamás contada.
Fue ver dicha película la que me llevo de inmediato a modelar a crear un Gabriel que durante mucho tiempo se me había resistido, que jamás supe como representarlo y que en ese momento fluyo como el agua que se vierte en un río.
Ese fue el principio de mi belén, esa fue la inspiración que el maestro Pasolini me regaló y que me veo en la obligación de hacer publico mi tributo.
Gracias maestro, gracias director.
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